Con mucho entusiasmo nos trasladamos al patio de la escuela y fue allí donde se organizaron dos grupos. Hicimos un círculo para tratar de pasar un julajú entre las manos y el cuerpo sin soltarnos. Con este ejercicio aprendí a estar segura de mí misma y a trabajar en equipo para tener éxito en alguna meta que quisiera alcanzar. Me gustó mucho porque me divertí y aprendí a creer en mis compañeros.
Volvimos a la biblioteca donde realizamos otra dinámica que consistió en identificar características comunes entre todos los compañeros y el que llenara una línea ganaba el bingo.
Nunca me había reído tanto como ese día porque se podía ver cómo todos mis compañeros corrían buscando completar primero el bingo.
Llegó el final de la charla y el Sr. Carmona le preguntó de forma individual a todos cómo nos sentíamos al entrar y luego de haber participado de las actividades. Resumió todo en unos cuántos pensamientos: si trabajas en equipo y te esfuerzas tendrás éxito en todo lo que te propongas en la vida. Cuida y disfruta la escuela porque es parte de la que eres como ser humano.
Ese día reconocí que cada minuto tienes que vivirlo como el último. Que eres único, irrepetible e importante.
Artículo redactado por Alondra Sade Ortiz